Diario de un gato siamés

miércoles, septiembre 22, 2004

Técnicas de asalto, 2ª parte.

Antes de seguir leyendo, es recomenbale haber leído, Técnicas de asalto, 1ª parte

A Tutu, como en tantas otras ocasiones no le sentó nada bien que se le avisará a través del chip estomacal colocado en su interior. Siempre le provocaba una cierta reacción que lo llegaba a tumbar, literalmente, del dolor. Quizá fuera por su sensibilidad estomacal, pero lo cierto, es que el chip estaba ajustado para provocar una cierta acidez de estómago, lo suficientemente fuerte, como para que Tutu, en caso muy probable de estar recapacitando o meditando, es decir, durmiendo, lo levantara de golpe.
Los miembros del Grupo de Espionaje Conjunto, el GEC, tenían misiones muy importantes que cumplir, y era de vital importancia que no se retrasaran en su asuntos y mucho menos, en las llamadas del Ojo Avizor.

- Tutu!, Tutu! ¿Estás bien? Contesta! Por favor!

Tutu, condenando a las ratas y a los humanos, se fue incorporando poco a poco. Hacía mucho tiempo que no recibía un aviso, y los malos hábitos y el costumbrismo acentuaban las reacciones del CEUS -Chip Estomacal Ultra Sensibilizador-.

- Estoy bien. - Dijo Tutu con un ojo abierto, y una pata colocada en su redondo estómago.- Ha sido la dichosa comida. Desde muy pequeño tengo el estómago muy sensible.
- Vale, Tutu -dijo Simba, algo escéptico.- Me has asustado. ¿Te traigo algo?
- Simba, tenemos que dejar las clases para otro día. -Dijo Tutu, haciendo caso omiso de la pregunta- Llévate a Culé de aquí, y déjame a solas, necesito estar solo y descansar un rato. En otro momento seguiremos las clases, ¿vale Simba?
- De acuerdo, Tutu, lo primero es tu salud... Pero yo creo que te estás poniendo algo gordito... Y eso te puede hacer daño.

Tutu, que se sonrojó por segunda vez, le fulminó con su mirada, que pasó de una tonalidad verde, a una tonalidad roja profunda. Respiró profundamente, y se giró. Sabía que estaba engordando, pero no quería que se lo recordaran continuamente. Se prometió que a partir de mañana empezaría sus clases de artes gatunas, y le demostraría a Simba, que bajo su algo "abultado cuerpo" se encontraba una perfecta maquinaria de guerra, preparada para la lucha, acompañada de unos voluminosos músculos. Después de todo, era hijo de Gatus Kan.

- Simba, por favor, necesito descansar. -Dijo seriamente.

Simba bajó de la cama de un salto, ya no tenía costumbre de apoyarse en el costado, como cuando era más pequeño. Ahora saltaba desde arriba, sin miedo alguno.
Se acercó a Culé, y le dijo algo al oído. Acto seguido se lo llevó de la habitación.

Tutu, encima de la cama, esperó a que se fueran, mas no sabían cerrar las puertas. Cuando Culé y Simba se fueron, subió a la única ventana de la habitación. Tuvo suerte, hoy estaban las ventanas abiertas, ya que en otras ocasiones estaba cerrada por la lluvia o por el frío, pero hoy, hacía un fenomenal sol, de esos que aprovechan los gatos para descansar, más de lo habitual.

- Aquí Tutu, repito. Aquí Tutu. -Dijo colocando su pata izquierda sobre su estómago.
- Número de espía.
- 11223344.
- Nombre en clave.
A Tutu, que no le gustaba su nombre en clave dijo rápidamente.
- Florecita negra.
- Repita. Repito. Repita.
- Florecita negra.
- Hola Tutu. Ha sido reconocido. Conectándole con la sede central...

2 Comments:

  • Ô_o estoy desaparecia unos días y me encuentro con esto... Ó_Ò

    Al menos espero que no tenga complejo de James Bond x'D.

    Saludos.

    By Blogger Zuviëh S.F., at 4:10 p. m.  

  • Duende
    www.chitycarballo/duende

    Me encanta !!!!!! este Tutu es genial, ya decia yo que era mucho gato para una bola de pelo..... solo no me gusta eso de continuara :)........ pero esperaré impaciente

    By Anonymous Anónimo, at 4:16 p. m.  

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