Diario de un gato siamés

martes, octubre 05, 2004

El diálogo con la perrita, 2ª parte.

Antes de seguir leyendo, es recomendable haber leído, El díalogo con la perrita, 1ª parte.

- Si, pero es un perro.
- ¿Qué quieres decir con eso? -Dijo la perrita seriamente.
- Pues eso, que es... un estúpido.
- ¿EH? -La perrita le acercó el morro, le sacó los dientes, y estuvo un buen rato contemplandole, contemplándole muy de cerca.
- Uhmm -Simba tenía un nudo en su garganta- ¿Qué pasa? -Dijo miedosamente.
- Por muy estúpido que sea, es un animal como tú y como yo...
- Ya, eso ya lo sé...
- Sí, pero también tiene vida, ¿sabes? ¿Sabes desde cuando no baja a la calle? ¿Sabes lo poco que come al día? ¿Te gustaría que no te dieran de comer? ¿Por qué te piensas que gruñe tanto? ¿No tiene derecho a al vida? ¿Eres tú o yo mejor que él? ¿Por qué? Él ha hecho mucho por las personas, ¿lo sabías?...
Las preguntas incidían en la mente de Simba, por la parte física, un morrito de una bellísima perra le acechaba, en su interior, las preguntas retumbaban y le retorcían, tiraban sus prejuicios, tan velozmente como cuando se colocan unas fichas de dominó, y una, a una, cae. Touché.
- Uhm... -Simba recobró todas las conversaciones con Tutu, él jamás había tenido un prejuicio hacia los perros, ni tan sólo para El Viejo Gordo, y quizá se había dejado ir por una serie de prejuicios...- Pero... ¿por qué son tan presumidos? ¿Por qué llevan lacitos y algunos perfumes?
- ¿Tú te crees que a ellos les gusta llevar lacito? -Acto seguido ella sacó de entre su pelaje un lacito- mira, yo siempre lo escondo. La culpa no es nuestra, nosotros nacimos para ser libres, y para ser el mejor amigo de los humanos, y ellos se aprovechan en muchas ocasiones, ¿lo sabías? Nos intentan humanizar, y nosotros no tenemos más remedio que asumir... Wancho antes era un pastor alemán que trabajaba con los bomberos ¿lo sabías? Ahora no le quieren porque es viejo, ¿lo sabías? Su amo sólo hace que pegarle cuando viene borracho,o reclama un estúpido plato de comida, para poder vivir, él también tiene derecho a comer.
Hubo un silencio pausado. Los segundos pasaron lentamente, quizá tan sólo fueran cinco, pero parecieron eternos, el efecto se acrecentó gracias a una lágrima de la perrita, que le recorrió lentamente parte de su hermoso rostro, los segundos, acompasados con la velocidad de la lágrima, pasaron muy lentamente, y el efecto de las preguntas, se hizo más explosivo.
- Su hermano, que también trabajó con los bomberos, falleció el mes pasado de leucemia, y ni pudo salir de casa... Lo único que le quedaba...
Simba, guardó las lágrimas para su interior. Jamás había derramado una lágrima y era una experiencia nueva. Se pudo contener no sin antes, dejar caer suavemente una pata sobre el lomo de la perrita, y decirle: -Lo siento mucho, yo, yo... yo... -la lágrima cayó- perdóname...
- No pasa nada Simba, pero no nos trates de estúpidos, ¿vale? Hacemos muchas cosas en este mundo, y no queremos nada más que amor, y un poco de comida, y un sitio calentito. Mira, mi primo Love es lázaro de una persona invidente.
- ¿Invidente? Eso es... como mi jefe. Que también come mucho.
- No Simba, es una persona que tiene una deficiencia visual...
- uhm -Simba no tenía ni idea de lo que era una deficiencia, ni invidente...- Ah! Pues debe ser como el otro jefe, que come poco.
- No! Tonto! Jajaja. Tienes que aprender más! eh! -la perrita sonrió, Simba tenía una gracia particular, acentuada por su olor a gatito pequeño, y por unos ojos azules que inspiraban ternura- Concretamente mi primo guía a una persona que no puede ver.
- Ah! Bueno, yo por la noche veo poco, también, aunque Tutu es un gato que ve muy bien, jeje.
- No, pero esta persona no tiene cura, no puede ver ni de noche ni de día. Imaginate ir todos los días con los ojos cerrados.
Simba pensó y pensó. Pensó que tenía que ser muy duro. Que era como cuando él se ponía el pañuelo negro en los ojos, e intentaba caminar por el piso, sin tropezarse con alguna pata de una silla, o con el sofá, o con la mesa...
- Lo siento, de verdad. Yo no sabía todas estas cosas -Dijo Simba, tristemente.
- No pasa nada, Simba, pero nosotros, ya estamos un poco hartos. Además ese estúpido Cat Mur, que había filmado y escrito los libros "Estúpidos perros de raza" y ¿Qué han hecho con mi comida de gato, tío?" fomenta mucho la ira hacia nosotros, de vosotros, los gatos.
- Aha! -Dijo Simba, pensando que tenía entre sus favoritos esos libros...- No los he leído.
- ¿Ah? ¿No? Tutu me dijo que los compró para ver qué decían...
- Sí, sí -dijo rápidamente Simba- pero no los he leído.
- Bien, no lo hagas. ¿Sabes qué? Leete mejor "Luchando contra las injusticias humanas" de Cat Peace, y también... "Gatos y perros, viviendo en armonía" y ... "Los animales somos el futuro de la Tierra" de Fiutur.
Desde abajo surgió el rostro del jefe de la perrita. La miró seriamente y luego sonrió.
- Vamos tontita, baja.
Ella estaba pálida ¿que el jefe no había visto al gato? Miró hacia atrás, y chas! No estaba... se quedó sorprendida, movió la colita, y bajó alegremente.

1 Comments:

  • Duende

    Que alguien llame a la protectora de animales y le quiten ese perro al mamon de su dueño.... por cierto los bomberos no se preocupan de sus perros cuando se hacen viejos????. Esta conversación le vino de perlas a Simba, el mundo es duro y no hace falta que con rumores lo hagamos peor.....

    PD. Simba, cuando veas a la perrita, quitale el lazo.

    By Anonymous Anónimo, at 2:52 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home